martes, 18 de diciembre de 2012

para qué tengo un blog

Cuando me inicié en esta modernidad de los blog's, allá por mayo del 2008, lo hice con la intención de que sirviera de medio de comunicación recíproca.
Deseaba que la gente que entrara a dejar comentarios, pasara de la simple frasecita de cumplido, de la escueta y manoseada frase de "me ha gustado" y frases telegráficas por el estilo.

Con el tiempo he ido viendo que es difícil conseguir ese diálogo fluido y enriquecedor a través de los blog's, o dicho de otra manera, que la inmensa mayoría que llega a los blog's tiene pocas ganas, quizá poca habilidad escritora —y también poco tiempo—, para entablar profundas discusiones a golpes de tecla.

Pero yo no desespero. Y para predicar con el ejemplo, a casi todos los blogs que entro a dejar mi comentario, huyo de frases telegráficas y de cumplido y procuro dejar un generoso comentario que abunde en el tema del blog a base de asentir o de mostrar alguna discrepancia. Muchas no, porque me parece que a la gente, en general, no nos gusta que nos lleven la contraria.

Hoy he visitado las estadísticas de mi blog y me muestran que desde mayo de 2008 hasta el momento, se han producido 54.506 visitas y que los artículos de mayor éxito han sido estos nueve:

Bargas-La Sagra 2.149 visitas
los círculos de las cosechas 1.485 visitas
llora el teléfono 1120 visitas
una canción con historia 821 visitas
el himno de estos tiempos 679 visitas
canciones para siempre 632 visitas
¿Para qué sirve un rey? 389
juegos de palabras 346 visitas
melodía desencadenada 352 visitas

Me gusta conservar mis artículos. Me agrada que aún hoy se les siga visitando. A veces, a algunos los alimento, los maquillo y los actualizo un poquito. Los tengo repartidos entre estas cuatro temáticas:
todo es política en la vida | izquierdismo del güeno | nostálgicas canciones | minucias minuciosas.
Por eso agradezco mucho los comentarios que la gente deja en mi blog. Los valoro y los respeto. Por eso me he propuesto dar contestación a todo aquel que me deja su comentario. Aunque sólo sea para darle las gracias por entrar y por tomarse la tarea de leer y comentar.
Si me faltaran los comentarios a mis artículos yo creo que colgaría mi blog en la percha del olvido.
sinagoga "La Blanca" (Toledo)

8 comentarios :

Jesús Herrera Peña dijo...

No; no te has enrollado demasiado, María. Para mi gusto, te sigues quedando corta.
Bueno, este comentario tuyo tiene enjundia, tiene texto, tiene argumento bien razonado, ¿qué más quiero?

Pues eso que la comunicación humana a través de los blogs pudiera ser más sabrosa de lo que en general es. Yo procuro que lo sea.
Lo de facebook y lo de twiter, ¿qué quieres?, es la ultramodernidad en la que yo no he caído (o a la que yo no me he elevado). Pero tiene también su utilidad si se la sabemos dar.

Ya no me enrollo más, que a estas siete líneas las llamas "enrrollarse demasiado".

Un abrazo,

Ana dijo...

Yo cuelgo mi blog en la percha del olvido, sobre todo porque escribo para mi. Quité la opción de los comentarios porque hay gente que me parece muy hipócrita y falsa, ya te lo dije el otros día por teléfono.
Sé que me leen aunque no me comenten, y para decir cualquier gilipollez mejor que no me digan nada.
He podido comprobar que no dejan un comentario hasta que yo no dejo el mio en sus blog, entran, salen, y se van sin dejar ni una sóla letra.
Cuando ven que me paso por su espacio y comento, entonces vuelven y comentan el mío. Para mear y no echar gota. Es lo que hay.

Un placer hablar contigo y con tu mujer ayer.

BESICOS PARA LOS DOS.

Ana dijo...

Quise decir "que no cuelgo mi blog en la percha del olvido" que me he equivocao, sobre todo porque no tengo perchas de esas.

Jesús Herrera Peña dijo...

Vale, vale, Anita, ya te dije que comprendía tu decisión, pero que sospechaba que no tendrías valor a tenernos por mucho tiempo sin esa opción de dejar comentarios a los artículos —destacados artículos— que escribes en tu blog.

Un blog sin comentarios es como un jardín sin flores. Ya verás...

Muchas gracias por venir y dejar tus opiniones. Este blog se mantiene gracias a las limosnas de amistad como la tuya.

Besicos,

Ana dijo...

Pero lo del jardín sin flores no era que un matrimonio sin hijos...

Y de limosnas nada, que tú no eres pobre, eres rico en palabras y en pensamientos.

Besicos.

Jesús Herrera Peña dijo...

Un matrimonio sin flores es también lo mismito que un jardín sin hijos y se asemejan bastante a un blog sin comentarios, pero el que inventó la comparanza nació varios siglos antes de los blog's. ¡Pobriño!

Eso de rico, rico, Anita, es porque me miras con muy buenos ojos, que si nooo...

Ale, besicos,

Tinejo dijo...

Amigo Jesús, desde que una persona al día disfruta de lo que transmitimos, le hace pensar unos segundos e influye aunque sea mínimamente en su modo de pensar y actuar, que los comentarios se queden en el cajón de los descuidos. Lo importante es seguir alentando ese mínimo músculo intelectual.

Abrazos grandes.

Jesús Herrera Peña dijo...

Tinejo, tienes mucha razón.
No obstante, los comentarios para mí son el azúcar diario que necesitan mis artículos para mantenerse en pie con la suficiente energía.

Un grande y agradecido abrazo,

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