sábado, 19 de febrero de 2011

presentación de mi libro

¡Qué queréis? Yo nunca concebí el hecho de tener un blog para darme autobombo; para promocionar mis virtudes (mucho menos, mis defectos) ni para hablar de mí en resumidas cuentas.
Pero ahora he picado; he sucumbido. He caído en la tentación que nunca pensé caer.

Me han editado un libro (con casi toda seguridad el único de mi vida) y me ha invadido un sarpullido de vanidad por todo el cuerpo y lo quiero mostrar.
La Diputación Provincial de Toledo me acaba de editar el libro aquí reseñado, (para que luego nos preguntemos "¿para qué sirven las diputaciones provinciales?").

Y el viernes 18 de febrero 2011 a las 19 h., se hace la presentación de mi libro a cargo del alcalde socialista de mi pueblo.
Más de un bloguero ciber-amigo me ha azuzado para que utilice mi blog para mostrar las fotos/videos del acto. Pues bien: prometo que lo haré. Para mí es un acto de mucha trascendencia, de profundo regocijo y de sano —o insano— orgullo, y lo quiero publicar.

¡¡Qué le voy a hacer!! Ya hace más de 2 años que lo expuse —de manera cibernética— en una de las web's que yo controlo.
aquella primavera del 79

 
El alcalde, Gustavo Figueroa, abriendo el acto de presentación del libro
El viernes 18 de febrero a las 19 h. en el salón de plenos del ayuntamiento de Bargas se hizo la presentación de mi libro

Yo le respondo con palabras de gratitud
(Aquí se puede leer el libro íntegramente)

Con estas fotos intento complacer a esos ciber-amigos blogueros que me han sugerido que cuelgue este material gráfico de un acto que para mí resultó muy entrañable e inolvidable.

domingo, 23 de enero de 2011

Andrés el anarquista

Andrés era un hombre muy campechano y jovial que en el momento en que le conocí, su edad colaba un poco de los 80 años. Poseía una buena cultura adquirida de forma autodidacta, en los círculos libertarios. Su profesión primera fue la de pastor, como su padre y abuelos. Fue un joven de ideología anarquista, que al iniciarse la guerra civil no dudó ni un segundo en alistarse voluntario a los ejércitos que defendieron a la República, de forma idealista y entusiasta.
Era bajito, moreno y flacucho; feo pero muy simpático y jovial. A partir de su alistamiento como voluntario al 5º Regimiento, destacó enormemente entre sus camaradas de manera involuntaria, a causa de una determinada generosidad con que le había dotado la Naturaleza.

Corrió como un reguero de pólvora, entre todos los milicianos del frente del Jarama y luego del de Brunete, la noticia de aquella diferencia que hacía tan diferente de sus compañeros, al protagonista de esta historia. Fue tan penetrante la noticia, que llegó hasta la retaguardia, allí donde un numeroso grupo de jóvenes libertarias, se ocupaban del hospital y de la intendencia.

Fue tal la fama que adquirió el joven Andrés con su peculiaridad, que casi nadie le conocía por Andrés, sino por el apodo del 31. En muchas de las voluntarias de retaguardia, había un extraño “quiero / no quiero” por saber lo que hubiera de mito o de realidad en relación con el apodo.
Un día en el frente de Brunete, que como consecuencia de una tregua o alto el fuego acordado por los dos bandos, se encontraba la tropa algo relajada y bromeando con la misma cuestión… Andrés, que en aquel día estaba un poco bebido y bastante harto ya de bromitas, chanzas e indirectas, se acercó de improviso a la mesa en donde jugaban al cinquete y bromeaban varios camaradas, y descargó sobre la improvisada mesa de juego un enorme pepinazo, que hizo saltar los naipes y los dineros por los aires y dejó estupefactos y paralizados a todos los presentes.
Después pasó al frente del Jarama
y siguió acompañándole la fama.
Más tarde, en el frente de Brunete
comentaron el caso del cinquete.
Sobre aquella leyenda hacían risas y comentarios las mocitas de un taller de confección de prendas militares, que estaba situado en lo que hoy es La Casa de la Radio y Televisión Española, allá en Prado del Rey, provincia de Pozuelo de Alarcón.

Pasaron ya muchos años y a don Andrés le llegó la senectud. Viudo y anciano fue acogido en la casa de su único hijo. Y un día… ¡ay!, su nuera, sin querer, a través del espejo del cuarto de baño debió ver algo fuera de lo corriente y tuvo la torpeza de comentárselo en secreto a la vecina de más confianza. ¡En qué mala hora lo hiciera! A partir de aquel día en la casa del hijo, no faltaban las visitas de algunas señoras de cierta edad, que con cualquier excusa intentaban hacer amistad con don Andrés a través de su nuera, bajo la tapadera de ir a pedirle una ramita de perejil; una cebolla; un poquito de sal; una tacita de aceite, un diente de ajo; unas hojitas de laurel; un vasito de vinagre; unas cucharaditas de pimentón; …

Aquello era un continuo ir y venir de gentes que argumentaban las cosas más absurdas. Empezaron a ir: vendedoras de artículos de limpieza, de robots de cocina, de potingues de belleza, de vaporettas, de tuperwares, de cacerolas y de ollas a presión; de sartenes que fríen sin aceite, devotas de una religión muy rara; astrólogas, echadoras de cartas, curanderas… ¡¡Yo qué sé!!

El hijo de don Andrés, avergonzado y cabreado, culpaba de todo esto a su esposa, y ella, la pobre, estaba avergonzada, abrumada y desbordada con todo aquel ajetreo pero no sabía cómo cortarlo de raíz.

Las relaciones matrimoniales de la pareja se agriaron por culpa de aquel ajetreo de gente. Tuvo que venir un lamentable suceso para que olvidaran en parte las rencillas y la tirantez, ya que un día, a don Andrés, que ya contaba ochentaytantos años, le tuvieron que hospitalizar. Pero con el paso de los días, se fue recuperando poco a poco, gracias a los esmerados cuidados que le prodigaba una enfermera de aquel hospital.

Un día, la enfermera se puso con él un poco más cariñosa que de costumbre y allí se produjo el drama. El pobre don Andrés no pudo superar la profunda emoción y falleció de forma repentina, quedándole en los labios una plácida sonrisa…, aunque también se le quedó de relieve otra señal más destacada. De este lamentable suceso debió tener noticias el cantautor Javier Krahe y de aquella leyenda hizo esta canción

ayuntamiento de Villaseca de la Sagra

domingo, 16 de enero de 2011

periodismo español

Al periodismo español en su conjunto se le ha llegado a denominar "4º poder". Estoy seguro de que es un poder del Estado, lo que no estoy tan seguro es de que sea el cuarto. Quizá sea el tercero o tal vez, en algunas circunstancias, el segundo o el primero.

Lo cierto es que el periodismo en España ha adquirido un poder desmesurado. Y como todo poder desmesurado, es abusador, arbitrario, injusto y perseguible en una sociedad que por ser democrática, debiera combatir todos los lobbys de abusos de poder.
Está haciendo falta una gran autocrítica entre los profesionales del oficio periodístico, pero como todos los profesionales de todos los oficios, son tan corporativistas que nunca se atreverán a hacer autocrítica para mejorar lo mucho mejorable en el ejercicio de su profesión.

Un periodista es un profesional de grado superior, de nivel universitario, que no tendrían por qué ser los galopines de los caprichos e intereses de las poderosas empresas periodísticas. Y es muy frecuente ver a un periodista que en el pleno ejercicio de su oficio de titulado superior, se dedica a dedicarnos unos minutitos de publicidad.

Un titulado superior universitario no debe descender a ese nivel. Es lógico que un periodista, que equivocó la carrera o se le atragantó el título, se quiera dedicar a hacer anuncios, a hacer teatro o a hacer buñuelos de viento. Pero en el ejercicio de su digna profesión, no debiera hacer otra cosa que ser un informador veraz y comprometido con la deontología de su oficio y con la sociedad a la que quiere servir —si es que la quiere servir como informador—.

Algunas veces, el periodista, más que informador se convierte en difamador, provocador, agresor, invadidor de la privacidad de ciertos individuos.
Se ha hecho ya costumbre y hasta ley, eso de montar guardia a la puerta de algunos ciudadanos para que cuando salen a la calle a tirar la basura o a esperar a sus hijos a la salida del colegio, se abalanzan a él apretujándole "las alcachofas" contra los morros a ver si le pueden sonsacar alguna palabrita en evitación de que todas se las tengan ellos que inventar.

Gracias a la escasa autoestima de las conciencias y de la dignidad que mueve a algunos periodistas, pueden venderse al mejor postor y tirarse a la basura sin el mínimo reparo para esparcirla sobre la respetable sociedad.
El periodismo en España es ultra-informativo y pierden el virgo y hasta el pañuelo del moco con tal de ser los primeros en dar una noticia por insulsa que sea.
El periodismo en España es tan ultra-informativo que cuando nos informan de que la policía ha descubierto un piso franco en donde unos terroristas preparaban un montón de bombas caseras, acto seguido nos informan concienzudamente de cuáles eran los ingredientes químicos que entraban en la formación de dichas bombas. Así, si algún chavalillo que anduviera algo despistado con su vocación, al enterarse de los ingredientes necesarios para construir bombas, se pueda convertir en un buen terrorista casero.

Yo y algunos más, al llegar a esto nos preguntamos con triple admiración: «¡¡¡Pero por qué no les cortan los vuelos a estos periodistas ultra-informativos, la autoridad competente!!!». Y al cabo de dos o tres milisegundos, yo mismo me respondo: «Porque los periodistas en España, tienen un poder por encima de los poderes que podrían ponerles freno a su periodismo ultra-informativo».

Qué opinaríamos de otros profesionales de grado superior (título universitario), cuando, por ejemplo, el médico interrumpiera su trabajo para aparecer en la salita de espera diciendo: «Aplíquense esta crema de baba de caracol en las hemorroides y en dos semanas estarán totalmente curadas». ¿Qué opinaríamos del astrofísico que saliera todos los domingos en el cuarto milenio de Íker Jiménez para vaticinarnos lo que hará la semana próxima la conjunción de Júpiter con Saturno a todos los nacidos bajo el signo de cáncer?

Así que..., conque..., pues..., ya te digo...>


periolistos

Se trata de una palabra nueva producto de la fusión o casamiento de la palabra "periodistas" con la palabra "listos", o sea que periolistos es la nueva palabra que define a los periodistas listos. Hay una pléyade de ellos.
¡Me dan una envidia! Sí, me da envidia ver a esos periodistas —que en el mejor de los casos son licenciados en ciencias de la información, o sea, titulados superiores universitarios— cómo son insustituibles en las tertulias de toda índole porque entienden de TODO: de política nacional e internacional, de medicina, de diplomacia, de economía, de psiquiatría, de estadística, de historia universal, de sociología, de física y química..., ¡hasta de matemáticas!

Me parecen super-listos algunos periodistas, por eso yo les bautizaría con el neologismo de periolistos o periolistas, (que tanto monta monta tanto).
Esos profesionales de la información que son lo más parecido a los simios; a los monos, quiero decir. No, no es un insulto ni ofensa alguna. Es que dicen que nuestros hermanos lejanos los monos son muy imitadores. Eso, eso es lo que yo quería decir, imitadores.

Los periolistos de la radio o así, un buen día imitaron todos a ese gran comunicador del periodismo deportivo conocido por "El Butanito", que cuando era más joven que ahora parió una frase mal construida o imposible del estilo de esa tan conocida de "hasta que no vengas no cenamos".
La frase que manufacturó Butanito era "se han roto las hostilidades" referida a cuando un ciclista agrupado en el pelotón general, se lía a dar pedales por su cuenta y se adelanta unos metros de los otros ciclistas.

¡La frasecita se las trae! Esa frase mal construida debiera haber sido sustituida por "se han desatado (o desbordado) las hostilidades", porque, por el contrario, cuando las hostilidades se rompen, se deshacen, es que surge la paz, el entendimiento, la armonía.
Bueno pues a partir del torpe y equivocado invento de Butanito, desde ese mismo instante hasta nuestros días, todos los periolistos deportivos cuando tiene que describir una situación parecida, repiten como papagayos "se han roto las hostilidades".

Son muy monos. Muy imitadores, quiero decir.

Hace años, alguien, en el programa televisivo de "Madrid directo", al entrar como corresponsal parió la frase de: «Hoy en Madrid buenas tardes un accidente en la carretera de Valencia tiene cortada la vía en ambas direcciones», en vez de entrar y decir: «Buenas tardes. Hoy en Madrid  un accidente en la carretera de Valencia tiene cortada la vía en ambas direcciones».
Bueno pues, desde ese momento, todos los periolistos que entran en directo o en diferido en programas de radio o de televisión, repiten invariablemente esa forma rara de construir la frase y alterar el orden lógico de la oración gramatical.

Siguiendo con esto, hace pocos días he oído decir a un periolisto: «No son buenas tardes todas las medallas conseguidas por los deportistas españoles...,» cuando lo correcto habría sido iniciar la frase con "buenas tardes" y después todo lo demás.
Que sí, que te lo digo yo, que los periolistos son muy imitadores con perdón de los monos.

¿Y cuando se ponen a amenizar una noticia televisiva? Toman una grabación de imágenes que dura tres segundos y medio y la dan vueltas y vueltas a un bucle interminable de por lo menos treinta vueltas, mientras están informando de la noticia en cuestión. ¡Qué tediosos, que vacíos, qué imitadores!

Estos días, lo que más me dolió es cómo trataron la información de la tortura y el salvajismo contra un toro en Tordesillas (Valladolid).
Tú, yo, el otro y el de más allá, en principio, pudiera pensar que los periolistos que están dando la noticia, tienen su corazoncito, su ética y sus ideales morales que no les permite ponerse del lado del salvajismo cruel que están informando, sino del lado contrario.
Pues bien, durante todo el tiempo que duraba la noticia televisiva (en varias televisiones, eh,) no se les ocurrió mejor cosa que 'amenizarla' con imágenes tediosamente repetitivas en bucle infinito de cómo los valientes mozos clavaban y clavaban y clavaban..., sus lanzas en el cuerpo del toro.

¡¡Son peripatéticos los periolistos!! Lo mismo cuando se ponen a informar de lo mala y peligrosa que es la droga de tal o cual... Todo el tiempo que les dura su noticia televisiva, la están "amenizando" y "adornando" con imágenes de cómo se preparan las rayitas blancas y luego se las esnifan. O las 'educativas' imágenes de cómo el drogadicto calienta una cuchara con droga con el mechero o de cómo se ligan el brazo para encontrase la vena y clavarse la jeringuilla de la droga.
Lo mismito que cuando informan de que la policía ha descubierto una vivienda en la que unos jovencitos terroristas fabricaban bombas. Van los periolistos y ni cortos ni perezosos, para hacer más "profesional" y más completa su noticia, te van dando, detalle a detalle, de todos los componentes que empleaban para fabricar las bombas caseras, con el añadido informativo de las cantidades en gramos de productos que entraban a formar parte de dichas bombas.

¡¡Yo, cuando sea mayor no quiero ser periolisto!! ¿Cuándo se les hará un juicio popular a esos periolistos?


viernes, 7 de enero de 2011

la olla a presión del partido


El PsoE anda inquieto. En su interior se está cociendo una efervescencia que hace que vaya cogiendo presión la olla y ya nos lo advierte aquel refrán de:

«Donde tengas la olla no metas la ...»
Bueno, es igual, ¡qué más da! Esto no tiene nada que ver con lo que quiero decir ahora.
El PSOE anda inquieto por culpa de un aparente proceso de derechización que dura, por lo menos, desde comienzos de la transición, allá por el año 1977 y se notó más a partir del año 1982. Durante el periodo felipista se les olvidó hacer algún tipo de gestos de reconocimiento a los brigadistas internacionales; a los militares, policías, maestros y demás funcionarios del estado expulsados por la fuerza de sus puestos. A los represaliados, perseguidos, exiliados y fusilados durante la larga noche del franquismo. Por olvidárseles..., hasta se les olvidó hacer un gesto para rescatar y dignificar los huesos y el respeto de tantos cadáveres arrojados a fosas comunes de todas las cunetas de España.
Claro que todo está justificado porque por entonces había ruido de sables con uniforme.

Si todavía en estos días se le pone contra las cuerdas al juez Baltasar Garzón por intentar dignificar los esqueletos humanos repartidos por las cunetas de España, a ver quién es el guapito que se atreve a hacer lo que un partido de izquierdas debería hacer.
Ahora ya, en pleno periodo zapaterista, se les está olvidando dejar de alimentar a la hidra vaticanista, para que toda religión se sostenga con la aportación de sus crédulos. Se está olvidando la retirada de símbolos religiosos dentro de escuelas, cuarteles del ejército, salas de juicios, dependencias del estado y sobre todo los símbolos más simbólicos de jurar o prometer sobre la Constitución.
(Si fuera lo que yo dijera, sería solamente la promesa pelada, sin juramento, ya que el acto de jurar es propio de los actos religiosos e impropio de un estado aconfesional, si acaso éste lo fuera de verdad).

La última proeza del zapaterismo ha sido la de intentar prolongar la vida laboral de los currantes. Y yo me pregunto: ¿No es lo mismo prolongar la vida laboral que prolongar la jornada laboral? ¡Vamos, digo yo! Pero se parece mucho, ¿a que sí?
Debiéramos dejar que eso lo haga la derecha cuando venga, que se augura que será muy prontito.
Si en el año 1919, un gobierno nada sospechoso de ser de izquierdas, tuvo la feliz idea de poner el tope a los trabajadores en los 65 años, un gobierno que sí es un poquito sospechoso de ser de izquierdas (sin exagerar), bien pudiera rebajar la edad de jubilación y si no pudiera, por lo menos, dejarla como está.


Y yo me digo para mis adentros: "¿No es la mejora de vida y el bienestar de las capas más humildes de un país, la misión principal y prioritaria de un gobierno de izquierdas?"

En el seno del PsoE se mueven unos discretos movimientos promovidos por la gente más genuinamente de izquierdas. No sabemos qué fuerza tendrán para detener la caída de un gobierno que cada día se aproxima más por la ladera del valle del ucedismo.

Yo espero que pronto, el partido socialista ate adecuadamente cortos a sus políticos más representativos. Hay que democratizar el partido por dentro para que se democratice la política por fuera. Casos como ese de Zapatero imponiendo que Bono encabezara la lista electoral por Toledo a las recientes pasadas elecciones generales para prometerle el sillón de la presidencia del Congreso de los Diputados, mientras que al mismo tiempo se le zarandeaba ese mismo sillón a Manolo Marín cuando todavía estaba sentado, no tienen que quedar sin reprimenda al que así lo haga.

Yo, al menos, espero mucho de la corriente Izquierda Socialista del partido, aunque dentro estén en manifiesta inferioridad numérica. Mantengámonos ojo avizor para avizorar lo que ocurre dentro de los próximos 15 ó 20 meses.