—¿Qué es ser de derechas?
—Lo contrario de ser de izquierdas. —¡Vaya respuesta! Yo esperaba otra más clarificadora. —Bien, ser de derechas es ser un trepa individualista, un racista, un xenófobo, un egoísta, un clasista, un machista... —¡Para, para! A ese paso nos vas a meter a todos en el saco. —¡Pues claro...! ¿Qué te creías? Ser de izquierdas es muy sacrificado; muy duro; muuuuuuy difícil. Entran muy pocos en el kilo. —Si te lo pregunto es para que me hagas una clara definición de lo que se entiende por ser de derechas. —Me sería más fácil decirte qué es ser de izquierdas; quizá terminaríamos antes. —Yo no llevo prisa. —Ni yo tampoco. Pero mira, simplificando mucho: ser una buena persona es ser de izquierdas; ser una mala persona es ser de derechas. Defender lo justo es de izquierdas. Apoyarse en la injusticia y beneficiarse de ella, es de derechas. —Bueno..., peroooo..., muy simplista me parece esa definición. —Se es de derechas cuando se jode al prójimo. Se le explota, se le roba, se le traiciona. Son de derechas todas esas personas que van con la mentira por delante y a todo le aplican la ley del embudo. Los insolidarios, los cínicos, los embusteros, los hipócritas, los embaucadores, ..., esos no pueden ser de izquierdas. —Dificilillo me lo estás poniendo. Visto así, ¿quién no es de derechas? —¡¡Ah, claro, claro!! Ya te advertí que los de izquierdas suelen caber aquí, en el cuenco de mi mano derecha. —¿Por qué en tu mano derecha? —Bueno, o en la mano izquierda, qué más da... —Con arreglo a tu definición, todos somos más o menos de derechas. —"Todos" es una palabra muy fuerte. Enorme. Se puede ser de izquierdas, sí, pero a tiempo parcial. Algunos son temporeros del izquierdismo; tienen un contrato en precario con el izquierdismo. Otros que creemos que son de izquierdas (o ellos mismos se lo creen) en realidad lo que están es en excedencia. —¿En excedencia? ¿Qué quieres decir? —Pues que hace años que no ejercen de izquierdistas, ¿entiendes? —Ya, ya. Sí, sí. Vale, vale... |
Las memeces franquistas de las redes sociales
Hace 1 hora
6 comentarios :
Jesús que difícil lo pones, ya me están entrando dudas existenciales sobre el asunto, en fin yo ejerzo, tengo la sangre roja, eso seguro, me he cortado con los cuchillos más de una vez, el corazón lo tengo, creo, en la izquierda, no me lo he visto, hago mis necesidades por el centro y me limpio con la derecha…
Por favor Jesús sácame de esta incertidumbre…¿Soy de izquierdas?
No lo hagas el mínimo caso, Paco.
Se trata de un diálogo entablados entre dos amigos que están un poquito locos y yo, sigilosamente, he logrado captar.
Ya sabes:
Todos tenemos un poco de locos, de sabios y de poetas.
No le des más vueltas; no merece la pena.
Saludos locos, románticos e izquierdosillos,
Yo pienso que cada vez es más difícil separar izquierda de derecha, no hay más que mirar el panorama político actual para darnos cuenta de que cada uno va a lo suyo mientras nos joden a los de siempre.Vil metal vil poder que todo lo corrompe.
Besicos.
Bueno, pues sí, Ana. De acuerdo.
Pero es que una cosa es llamarse de izquierdas y creerse que se es de izquierdas y otra muy diferente es pasar con buena nota el verdadero ITV de la verdadera izquierda, ¿vale? Pues eso mismo...
Besicos,
Hola María. "¿Existe la Izquierda?"
Pues no sé..., o sea: según. Según donde pongamos el listón de medir.
No te sé responder.
Existe la pseudo-izquierda, eso sí. Existe también la izquierdita pequeñita, pequeñita.
Existen los aspirantes a izquierdistas, los becarios, los aprendices, los pinches de la izquierda, pero más allá... (???)... No sé...
Eso de ser de izquierdas es ¡¡¡tan difícil!!!
Un saludo izquierdosillo,
De acuerdo, Marta. Pero no le pongas apellido a los chanchullos. Es preferible que los llames chanchullos a secas. Corrupción, picaresca española..., lo que quieras pero nunca olvides que en todos los partidos cuecen habas porque no tienen a la entrada un aparato para olisquear y detectar chungos y corruptos.
Besos,
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