Sí, sí, en guerra. Hay muchos tipos de guerras. Estamos metidos en una guerra sin vehículos acorazados, sin aviones bombarderos, sin barcos destructores, sin misiles, sin bombas anti-persona... pero estamos metidos en una guerra.
En esta orilla donde yo me encuentro están los arrojados a la puta calle desde su legítimo hábitat; los robados y estafados impunemente por los bancos; los apalizados, heridos y maltratados por los mocitos de uniforme, que hacen las veces de guardaespaldas privados del corrupto gobierno. Muchos de los votantes engañados y traicionados. Una parte del electorado de derechas; los enfermos y dependientes; los funcionarios a los que se les negó el pago de la extraordinaria; los jubilados; los enseñantes y los sanitarios expulsados de su puesto de trabajo; los millones de desempleados...
En la otra orilla, en la del mentiroso y corrupto gobierno, están todos los súbditos de la Internacional Vaticanista; los biendomados policías; muchos jueces y funcionarios enchufados; los diputados y senadores peperos; algunos simpatizantes, militantes y tesoreros del PP; muchos de los empresarios, banqueros y rentistas; los periodistas estómagos agradecidos de la derecha. Casi todos los gobiernos regionales y municipales con todas sus circunstancias, muchos diputados provinciales...
—Y el ejército, ¿de qué lado está?
—¿Tienes alguna duda, majete?
—Los militares juran defender a la patria, pero para ellos la patria es como un cortijo de lujo.
De defender a los que están dentro del cortijo no juran nada de nada, (y aunque lo juraran).
—¿Entonces...?
—Entonces yo ya sé qué bando será el que perderá esta guerra.
Esta es una de esas guerras en donde un bando dispara con fuego real, mientras que los del bando contrario lanzan bolitas con tirachinas.
Esta es una guerra tan pintoresca y esperpéntica como la que nos pintaba el gran humorista Miguel Gila.
10 comentarios :
Llevando razón, espero que tu conclusión no sea cierta y se soluciones todo de manera casi civilizada.
Leyendo tu sabia reflexión he recordado este poema de Bertolt Brecht:
Hay muchas maneras de matar.
Pueden meterte un cuchillo en el vientre.
Quitarte el pan.
No curarte de una enfermedad.
Meterte en una mala vivienda.
Empujarte hasta el suicidio.
Torturarte hasta la muerte por medio del trabajo.
Llevarte a la guerra, etc…
Sólo pocas de estas cosas están prohibidas en nuestro Estado.
Bueno, Paco, yo tampoco quisiera tener razón. Es decir: En el fondo, yo no me creo que estemos en guerra, aunque estar en guerra es algo difícil de definir y de entender. Podríamos convenir que en algo bélico sí estamos metidos o si no, esperemos a ver qué pasa en el «¡Asedia el Congreso» del próximo 25 de abril.
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María, yo sé que existen muchas razones. Yo, sin ir más lejos, creo tener la mía y está al lado de los más jodidos, abusados y perjudicados de esta cosa que nos empeñamos en llamarla democracia.
Saludos María,
Maginifica entrada sobre esta guerra que vivimos. También estoy en tu orilla y desde la orilla de pobres en la que vivimos, me muero de impotencia y de rabia porque nos van a quitar hasta lo bailo. Una guerra donde con nuestro dinero de ayuda a los bancos y esos bancos siguen desahuciando a las personas de su casas y hasta de sus vidas.
Por cierto, acabo de leer tu tren de la vida y lo veo cargadito de vivencias, algunas parecidas a las mías y sentimientos casi idénticos.
En principio el título iba a ser "el tren" pero pensé que quedaría mejor como al final ha quedado. Casualidades de la vida.
Besicos.
Quise decir lo bailao.
Pues sí Ana, la impotencia es la que nos tiene paralizados sin actuar en esta guerra tan rara.
Otro gallito nos cantaría si no nos atenazara la impotencia y el desánimo.
Yo también me ando buscando lo bailao por todos los bolsillos y no lo encuentro; me temo que también nos lo han quitao.
Besicos,
Es que eso es la lucha de clases, para que luego digan que las clases no existen.
Salud, República y Socialismo
Vale Antonio, de acuerdo totalmente.
Pero cuando tenemos un gobierno de embusteros y corruptos, muy bien protegido por unos policías ultra-dóciles, la guerra se hace más evidente.
Saludos,
Jesús Herrera.
Saludos.
Es complicado desalojar a éste Gobierno corrupto al servício del Capitalismo. Lo que no puedo entender cómo la sociedad no reacciona, siendo España cómo es un País de izquierdas. Hay otro factor que falla socialmente, la poca credibílidad de los sindicatos en la actualidad, que no movílizan a los ciudadanos cómo seria deseable, movilizar a toda la sociedad obrera en las calles.Antonio
Saludos, Antonio, y muchas gracias por venir y comentar.
Estoy muy de acuerdo contigo en que desalojar a este indigno e incumplidor gobierno, sería imposible si no se usa la violencia y la fuerza. Y fuerza no tenemos comparada con la que tienen los domados policías pro-disturbios.
Eso de de seamos un país de izquierdas lo pongo en cuarentena.
Mi opinión se acerca más a la letra de uno de los fandangos de José Domínguez "El Cabrero":
Que el mundo es como un pañuelo
hay quien dice por ahí
que el mundo es como un pañuelo
yo le digo desde aquí
que es un corral de borregos
con mucho miedo a morir
Cambia la palabra "mundo" por la palabra "España" y ya tienes la respuesta a lo que yo creo.
El pueblo es de izquierdas o de derechas según le conviene, pero lo que más nos caracteriza es lo acomodaticio y lo estómagos agradecidos que somos.
(Sálvese quien pueda) - (Ójala que muchos)
Jesús.
Te entiendo perfectamente la gente puede ser de izquierdas o derechas depende lo que le interese, o donde llene el estómago.El PSOE nos salió rana, y los sindicatos también, todos se han aprovechado del dinero del pueblo. ¿No hay nadie más tonto que un obrero de izquierdas que vota a la derecha? ésto es un hecho y asi nos va. Después hay mucha gente que ignora cómo funciona el sistema de Capitalismo-Imperialismo o lo que llamamos neoliberalismo, que es en realidad un sistema de Capitalismo brutal dirigido por una banda de ladrones, importado de los EE..UU, la banca y los Mercados, y los gobiernos corruptos, que son los perros los que están a su servício a cambio de un pedazo del pastel. Antonio
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