miércoles, 9 de mayo de 2012

cuidado con las palabras [2]

QUEÍSMO y DEQUEÍSMO
Sobre los vicios de dicción como el dequeísmo y el queísmo.
(Ambas palabras están ya registradas en el DRAE).

Dequeísmo:

Empleo indebido de la locución de que cuando el régimen verbal no lo admite; por ejemplo: Yo me pienso de que. (Respuesta de Micaela Flores Amaya "La Chunga" a una pregunta de un periodista). La respuesta encierra tres errores, ya que la correcta es: "Yo creo que sí".
Algunos de estos verbos, cuando se usan en forma pronominal (alegrarse, preocuparse, etc.), sí exigen un complemento precedido de la preposición de. En ese caso, el uso conjunto de la preposición y la conjunción es obligatorio: Me alegro de que seáis felices, y no Me alegro que seáis felices; Me alegra que seáis felices y no Me alegra de que seáis felices; Me preocupo de que no os falte nada, y no Me preocupo que no os falte nada.
Es seguro que nos quiere y no Es seguro de que nos quiere; Le preocupa que aún no hayas llegado y no Le preocupa de que aún no hayas llegado; Es posible que nieve mañana y no Es posible de que nieve mañana.

Por regla general, los verbos pronominales, que invariablemente se construyen con un pronombre enclítico unido al final del infinitivo del verbo, (como alegrarse, preocuparse, arrepentirse, etc.), o cualquier otro verbo que, sin ser pronominal, en determinados casos se construya como si lo fuera, por ejemplo, asustarseexigen la preposición de, pues, como es lógico, uno se arrepiente se asusta de algo, y si ese algo comienza por que, es inevitable la locución de que:
«Tarde se arrepintió de que hubiese dicho que sí»
«Ella se asusta de que la puedan asaltar».
En cambio, si el algo de que me arrepiento, o el de que ella se asusta no comienzan por que, la frase se construye con la preposición de, pero sin que:
«Yo me arrepiento de haberte dicho eso»
«Ella se asusta de la oscuridad».

Queísmo:

Empleo indebido de la conjunción que en lugar de la secuencia de que: por ejemplo: Me da la sensación que no han venido. (correcto: Me da la sensación de que no han venido). Me alegro que hayáis venido; (correcto: Me alegro de que hayáis venido); Me olvidé que tenía que llamarte (correcto: Me olvidé de que tenía que llamarte); Te preocupaste que no pasáramos calamidades; (correcto: Te preocupaste de que no pasáramos calamidades); Se acordaba que en esa casa había vivido un amigo suyo; (correcto: Se acordaba de que en esa casa había vivido un amigo suyo); Me fijé que tenía manchas en la cara ; (correcto: Me fijé en que tenía manchas en la cara; No me acordé que era tu cumpleaños; (correcto: No me acordé de que era tu cumpleaños).


El que deba decirse de que, o solamente que, depende en buena medida del tipo de verbo.
acordarse de algo, alegrarse de algo, arrepentirse de algo, fijarse en algo, olvidarse de algo, preocuparse de o por algo, etc.
«Acaso no se dan cuenta que los extremismos...». Darse cuenta es, obviamente, darse cuenta de algo, y si este algo comienza por que, es obligatorio decir de que: «Acaso no se dan cuenta de que los extremismos...».
«Tenemos la certeza que se hará luz sobre lo sucedido el 11 de septiembre». Es el mismo caso. Tener la certeza es, por supuesto, tener la certeza de algo, y si este algo comienza por que, es ineludible poner la preposición de: «Tenemos la certeza de que se hará luz...».

Las extinción y afianzamiento del queísmo ha hecho aparecer otro vicio, otro tipo de queísmo, más nuevo, que consiste en suprimir una preposición, que puede ser de o no serlo, delante de que: «Seguimos insistiendo que la autonomía universitaria debe mantenerse», frase en la cual el verbo insistir exige la preposición en, porque cuando se insiste, obviamente se insiste en algo: «Seguimos insistiendo en que la autonomía universitaria debe mantenerse».

O «En el caso que»: aquí falta también la preposición de, aunque es un caso algo diferente a los vistos más arriba. Cuando empleamos, por ejemplo, la locución en el caso, se trata sin duda del caso de algo: «En el caso de que haya mucho calor, abriremos las ventanas». Esta frase puede construirse también sin el artículo el: «En caso de que haya mucho calor,...».

Con la locución en el caso, la impropiedad puede consistir en que se suprima la preposición en: «En el caso que ellos insisten, no hay nada que hacer», donde debería decirse: «En el caso en que ellos insisten, no hay nada que hacer».


Todo esto es muy enrevesado, ¿verdad?

5 comentarios :

Jesús Herrera Peña dijo...

Gracias María. tú siempre al tanto...
Saludos amistosos,

Tracy dijo...

Muy enrevesado pero tú lo explicas divinamente, gracias.

Jesús Herrera Peña dijo...

Gracias Tracy. Saludos,

Jesús Herrera Peña dijo...

Gracias Marta. Pero esto que hoy abordamos es muy difícil y no hay nadie que se libre de meter la pata.
Tú, sin ir más lejos, has escrito Te lo digo porque es posible de que alguna vez se me escape y lo correcto habría sido Te lo digo porque es posible que alguna vez se me escape.
Hablando no es fácil..., no queda tiempo para meditar qué es lo correcto, pero escribiendo, tenemos más tiempo para meditar cuál es lo correcto. Mira:

Para saber lo correcto, es muy útil poner la frase en interrogación:
■ ¿qué es posible? = es posible que llueva
■ ¿de qué me arrepiento? = me arrepiento de que te mentí
■ ¿de qué te alegras? = me alegro de que te guste
■ ¿qué te alegra? = me alegra que me escribas
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Lo otro, lo de la RAE, ni te contesto. Es una institución carca y nada democrática. No llegan ahí los más doctos en lingüística, sino los más recomendados. Como todo en la vida.

Jesús Herrera Peña dijo...

Marta, la ironía, la broma, el humor, las frases de doble sentido, se entienden mal en el vis a vis, conque fíjate tú aquí que nos faltan los matices principales del lenguaje: la expresión corporal, el tono de voz, el giro de entonación, la mirada, etc., ¿cómo querías que entendiera que esa frase iba cargada de coña marinera y que no era el contagio del director, profesor de filosofía?

Parto de la idea (vuelvo a repetirme) de que en esto del queísmo, el dequeísmo, el le, el la, el lo y la correcta acentuación, todos, más o menos, tropezamos.
Para esto de la suplencia del lenguaje real, se han inventado los emoticones en este mundo raro de la Internet.

En cuantito pueda, me voy a leer "La Habitación".

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