viernes, 13 de agosto de 2010

la tortura nazional

Bueno, esto de que se atente contra la tortura de los toros en los ruedos llenos de espectadores, está gastando mucha tinta y mucha saliva.
Se intenta descubrir el alma de los que han tenido la osadía de mancillar esa costumbre tan española.
A todos los diputados catalanes que votaron a favor de que sea suprimida esa barbarie incompatible con un país moderno y civilizado, los meten dentro del único talego del antiespañolismo. Pues no es justo ni atinado en cuanto a lo anti-taurino, etiquetar a nadie con el marchamo de anti-español.

A este respecto se me viene a las mientes un dicho muy jugoso que emitió el ganadero de Galapagar, Victorino Martín, el suegro de Macarena del Río, un día que asistió invitado al programa de TVE1 "La clave" que conducía José Luis Balbín. El ganadero, en un determinado momento de su intervención dijo:
"Pues que me perdonen pero yo pienso que a todo aquel que no le gustan las corridas de toros, tiene muy poquito de español".
Yo, según Victorino Martín, soy muy poquito español, ¡vamos, casi nada! No me preocupa, quiá. Yo soy muy poquito español en muchas otras cosas que se han acuñado por algunos encargados de repartir marchamos de lo español. ¡¡Bueno y qué...!! ¿Tendré que pedir asilo político en Gibraltar o en Andorra?

Mi conciencia se queda algo más tranquila al ver el resultado del parlamento de Cataluña, en lo concerniente a las torturas en público y previo pago, de los toros. Pero mi conciencia no se queda nada bien con las declaraciones de José Montilla. No digo del socialista Montilla porque aunque tenga un carné socialista yo le considero nada socialista. ¡Mira que salir apresuradamente a las alcachofas para decir: «Eh, eh, eh, que yo no he sido; a mí no me metan que yo voté que se quedaran las torturas tal como estaban!».
Porque eso es lo que son las corridas de toros: un poquito de tradición, colorido, pintoresquismo, arte muuuuuuuy discutible, etc., y un muchito de tortura muy cruel y muy sangrienta hacia un animal irracional, por parte de otros animales racionales.

Anoche tuve un sueño. Soñé que llegará un día en que para entrar en los partidos de izquierdas, se hará un exámen de ingreso y se preguntará al aspirante qué tal anda de conceptos como eso de las torturas en público a los animales (y a personas); qué tal anda de la discriminación a las personas que tienen otro color de piel, otro idioma, otra cuna, otro dios; qué le parece que un militante de izquierdas haga ostentación de pertenencia a cofradías, se exhiba públicamente en esas manifestaciones, haga confesiones públicas de religiosidad  y actos por el estilo de los que capitanea la Internacional Ultra-Derechista (la Internacional Vaticana o SICAR); y cositas de esas por el estilo.
¡¡Que no se cumpla mi sueño, por favor!! Que a partir de ese día van a ingresar mu poquitos militantes en los partidos que se dicen de izquierdas. ¡¡Qué horror!!

Sigue diciendo Manolo Saco en su blog 
«En el camino del progreso, España se va dejando la piel (de toro) a tiras, esa piel que son las tradiciones que nos unían a un pasado glorioso y que durante siglos nos distinguieron de los demás pueblos, tan austeros, tan aburridos, tan civilizadamente correctos.»
¡Qué penita más grande, madre!
Ahora es cuando veo muy clarito que España se rompe. ¿Qué harán con los cachitos?
♫ Cachito con cachito,
cachete con cachete,
pechito con pechito,
ombligo con ombligo,
aquella con aquello,
lo de ella con lo de ello,
lo tuyo con lo mío,
lo vuestro con lo nuestro
y.......
¿qué tal si salimos todos a bailar? ♫

Sigue diciendo Manolo Saco en su blog 
Si las religiones son sectas que han prosperado, la tauromaquia es una salvajada redimida por la literatura, la pintura y la música, y elevada a la categoría de arte. Luego están los parientes pobres, las fiestas del toro de la Vega, lanceado hasta morir, o la cabra despeñada del campanario de Manganeses de la Polvorosa, tradiciones cutres que, como el coronel de García Márquez, no tienen quien les escriba.

Pensad cada uno lo que quiera al respecto, pero yo pienso que con la votación del parlamento de Cataluña, hemos dado en España un tímido paso hacia la modernidad, hacia la civilidad y hacia sacudirnos un poquito el polvo de la barbarie, de la crueldad y de la infra-humanidad.
La cosa es trascendente.

Algo se muere en el alma cuando una profesión se va por imperativo legal. Algo también se murió un buen día en el alma de los verdugos (con permiso de Berlanga y de Pepe Isbert). ¿Para cuándo una penícula con el drama de un matador de toros sin empleo?
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Oración para hoy:
A ver si pronto acabamos con las torturas a todos los toros y a otros animales.  Amén.

Yo soy antitortura-animal (decir antitaurino es incompleto), y en este verano del 2016, "gracias" a Valmojado, a Tordesillas y a tantos y tantísimos pueblos de Españistán, estoy más esperanzado que nunca; más convencido que nunca de que a la vista del enorme número de personas que nos vamos sumando a la anti-tortura de los toros, los días, o los meses, o los años..., los tienen muy contaditos los que defienden y se enfangan con las corridas/torturas de toros dentro del salvaje espectáculo conocido por el título «LA TORTURA NAZI.ONAL»


Las fiestas de los pueblos de España se apoyan en estos dos principales pilares:
♦ pasear por las calles la estatua de un hombre torturado hasta la muerte.
♦ torturar hasta la muerte en los ruedos, a mamíferos superiores

CONCRETANDO:
Hacen un culto a la tortura y a la muerte.

Todo pequeño pueblo de España está formado por la minoría atrasada, medieval, bruta, garrulla, inculta, descerebrada, insensible..., y también está formado por la mayoría silenciosa que parece otra cosa (?).
Esta última suele ser muy temerosa de tocar ni un pelo eso de las "tradiciones".
Entre todos esos miles de pequeños pueblitos forman lo que podríamos llamar "Españistán".
¡¡Fanáticos, sádicos, garrulos, idólatras, asesinos, filonazis!!


El pueblo español, en alto porcentaje, es un pueblo analfabeto políticamente, que sabe poco de democracia; de política.
La prueba de ello es cómo gana y gana elecciones un partido político que perjudica y humilla a la inmensa mayoría de españoles. ¡Y cómo le votan...!
El pueblo español es fanático, idólatra y sádico; ingredientes típicos que conforman el fenómeno de la incultura colectiva de mucha de la gente que puebla los pueblos de "Españistán".

DIJO UN DÍA ANTONIO MACHADO EN SUS VERSOS:

«Castilla miserable, ayer dominadora,
envuelta en sus andrajos
desprecia cuanto ignora»


¡¡Y qué verdad que es....!!  Cambia la palabra Castilla por la palabra España y ahí tienes toda la explicación.

—¿Qué es "Democracia a la Española"?
—Es un subproducto de la democracia verdadera.
—¿Lo quéééééé...?
—Pues para que me entiendas: "Democracia a la Española" es una rara mezcolanza de democracia auténtica con añoranzas del franquismo, con corrupción política a gran escala, con picaresca a la española, con "a mí que me pongan adonde haya", con "yo no entiendo de política", o "yo soy anti-política"; con "España es lo mejorcito del mundo", con... (¿mesentiende?)

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