viernes, 1 de octubre de 2010

¿Un derecho constitucional?

La huelga no debiera ser un derecho constitucional. ¡No señor, no hay derecho!

Sí, verás; ahora me explico.


A un derecho constitucional no se le contraponen (e incluso, anteponen) otros derechos constitucionales.
Se respeta al que quiera hacer huelga y al mismo tiempo, se respeta y se protege al que quiera esquirolear. (???)

¡¡Pero, ¿cómo se come eso?!!

En la práctica, se respeta más al esquirol un solo día, que al trabajador que intenta trabajar el resto de los 364 días del año.
Si al esquirol se le dificulta la entrada a su trabajo, se ve muy mal, ¿verdad? No se ve tan feo eso de que dificulten y hagan que pierda su trabajo en un día que no es de huelga general. ¡¡Ahhh, algo habrá hecho el gachó!! «Chaval, ahí no hay quien proteja tu derecho; ahí se convierte en torcido».

Un derecho constitucional es la educación. Vale, bien. ¿Y qué tal sentaría que frente al derecho constitucional de la educación se antepusiera el derecho a no educar ni formar a los hijos?
Derecho constitucional a la vivienda digna. Vale, bien. ¿Y qué tal sentaría que frente al derecho constitucional a la vivienda digna se pusiera el sacrosanto derecho constitucional a construir y vivir en chabolas e infra-viviendas similares?
Derecho constitucional a la salud. Vale, bien. ¿Y qué tal de lógico sería que frente al derecho constitucional a la salud se pusiera el derecho constitucional a intoxicarse, a envenenarse, a suicidarse y etcétera?

¿Es absurdo, verdad?

No; un derecho constitucional no se puede desinflar, descafeinar ni contraponer con otro derecho constitucional.
Si se tiene derecho constitucional al trabajo por un día, se tiene derecho constitucional al trabajo también los 364 días restantes del año. Y se defiende siempre. Y se protege ese derecho. Y se castiga a quien lo atente, lo conculque o lo desbarate.


Lo que no puede entenderse es que se amenace a la gente impunemente con que se atentará contra su derecho constitucional al trabajo (castigar con el despido) el mismo día que alguien quiera ejercer el discutible derecho constitucional a la huelga. Eso, debería entenderse como mucho más delictivo que insultar a un esquirol o poner trabas al ejercicio legal de su esquirolaje.

No es entendible que a los piquetes coactivos en una huelga se les arroje todo tipo de acusaciones de ilegitimidad, cuando hay otros piquetes más poderosos (empleadores y cuerpos de policía) que ejercen de contra-piquetes descarada e impunemente.
Y que conste que yo algunas veces pienso que no siempre se ordena a las policías que actúen como actúan contra el ciudadano huelguista en un día de huelga. Siempre he creído que hay algunos policías que actúan por su cuenta, impulsados por su propia ideología que raras veces es coincidente con la de izquierdas. Lo que pasa es que esas irregularidades, quedan sin castigo dentro de sus cuerpos policiales.
De todas las formas, los policías también han hecho huelgas. ¿Sería bonito que cuando ellos hacen sus huelgas, un batallón de obreros de izquierdas hicieran de contra-piquetes reventadores? Un batallón capitaneado por Toxo y por Méndez, se entiende.
Es un disparate, lo sé; pero disparate también es declarar derecho constitucional a la huelga y al mismo tiempo quitarle todo su sentido a base de contraponer y proteger de manera extraordinaria, el derecho a esquirolear.

No; la huelga no debiera ser un derecho constitucional en esas condiciones. La huelga debiera ser tomada como una actividad alegal (ni legal ni todo lo contrario). El fenómeno de las huelgas obreras, debiera ponerse en el mismo lado que está la prostitución o el consumo de drogas. Comportamientos que no se proscriben pero que tampoco están bien vistos en la sociedad.

Las únicas huelgas (de celo y de las otras) que debieran ser adoptadas como legítimos derechos constitucionales, son las huelgas de los pilotos, controladores aéreos, jueces, guardiaciviles y todas esas otras huelgas que intenten dar una soberana patada al empleador-Estado, en el culo de todos los contribuyentes.
Ahí no hay amenazas de despidos, ni piquetes coactivos, ni contra-piquetes policiales. Da gusto con esas huelgas tan limpitas; pero eso de pretender que se haga huelga en El Corte Inglés..., eso es ya de una enorme gravedad. Por eso es por lo que comprendo que están muy legitimados los policías para ejercer de contra-piquetes de los piquetes que intentan alterar la sacrosanta calma de esos respetables centros comerciales.

1 comentario :

Corvux dijo...

Me ha gustado tu visión de la huelga y del esquirol, Jesús.
En mi ciudad mantener el Corte Inglés abierto costó una docená de polícias armados hasta los dientes y varias cargas policiales.
Sobre el derecho de huelga, como decía en un post mio, es algo que el obrero siempre tendrá y que no necesitamos que este legislado. Precisamente su legislación lo ha mutilado. El derecho a la huelga existia mucho antes de que se adaptara a esta "monarquía democrática".
Saludos.

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