sábado, 15 de noviembre de 2014

una frase lapidaria

Yo tengo una frase lapidaria que si nadie reivindica su autoría tendré que creer que es de mi invención (con lo difícil que resulta hoy día inventar nada).
Se trata de esta frase lapidaria que ilustra la fotografía:

Y tengo un amigo que es un orfebre del damasquinado. Bueno, es un artista también de la canción. Además de grabar placas de hierro pavonado con hilos de oro y de plata, también ha grabado discos con canciones creadas por él.
Y Adolfo, que es así como se llama este amigo, una de las locuras que le ha dado, ha sido la de plasmar con el arte del damasquinado toledano que él domina, mi frasecita en letras de plata.
¡Y me la regaló!
Ahí queda el resultado.

Y aquí en estos vídeos podemos ver sus dos facetas artísticas: orfebre y cantante.

https://www.youtube.com/v/qkWr0zTTr64

Este es un vídeo muy acelerado de lo que son sus últimos trabajos en damasquinado:
https://www.youtube.com/v/eEaaM0R4rW4

Y aquí tenemos a Adolfo trabajando en su taller de damasquinado

https://youtu.be/xzFhb7z30P0

De su disco
TIEMPO DE OTOÑO
canciones de amor
(año 1996)
Adolfo, el cantautor de Bargas
https://www.youtube.com/v/srI4RO8AiJI
https://www.youtube.com/v/OF4zgxcYwAE
https://www.youtube.com/v/fr-NSAa-13M
https://www.youtube.com/v/b2atvLt0vp4
https://www.youtube.com/v/C2-bbqgLW94
https://www.youtube.com/v/7NoMZCIOiHo
https://www.youtube.com/v/m--DL_iAI3Y
https://www.youtube.com/v/Ll-AqktWkhI
De su disco
ASÍ PIENSO, ASÍ CANTO
(año 2012)
https://www.youtube.com/v/ERYfqE0aLTU
https://www.youtube.com/v/uKs4IL_xlHI
https://www.youtube.com/v/C8QiImlbCoc
https://www.youtube.com/v/BAoavzVOBEw

viernes, 7 de noviembre de 2014

Cuando un amigo se va...

Tuvimos una convivencia muy estrecha durante muchos años. Siempre me acompañó a los sitios y gracias a él viví momentos inolvidables. Aquellas vacaciones de agosto; la boda de mi hija; el traslado urgente de mi ancianita madre al hospital; momentos muy importantes de mi vida y de la de toda mi familia. Fueron muchos, muchos años los que estuvimos juntos.
Algo se muere en el alma
cuando un amigo se va
y va dejando una huella
que no se puede borrar.

¡Qué bien lo dice la letra de esa célebre sevillana! Mucho mejor que yo lo pueda expresar aquí con mi pobre prosa.

Creo que nunca llegaré a agradecerle suficientemente todo lo que él hizo por mí, por toda la familia. Todavía me queda en el pecho o aún más dentro, una aspereza, un resquemor; es como una sombra negra en el alma cada vez que me acuerdo de nuestro desenlace, de nuestra despedida definitiva.
Me sigue remordiendo la conciencia cada vez que me acuerdo de lo mal que me porté con él; mal, muy mal el día que nos separemos. Me alejé de él sin una mirada, sin un leve roce, para que no se me saltaran las lágrimas. ¡Aahhggg! ¡¡Las lágrimas!! Asquerosa costumbre metida en el tuétano de una sociedad de hipócritas, que obliga a los varones a disimular sus verdaderos sentimientos. Que nos obliga a contener las lágrimas cuando más nos lo pide el cuerpo.
Maldigo el no poder volvernos a encontrar en el último rellano para comportarme como un hombre; como un verdadero hombre..., ¡...y al diablo con las lágrimas!
Cuando un amigo se va
queda un tizón encendido
que no se puede apagar
ni con las aguas de un río.
Me ayudan mucho esos versos de Alberto Cortez para dar a entender lo que tanto me cuesta decir con mis propias palabras. Y hoy escribo esto sólo por desahogarme; por autoconsolarme. Yo sé que ya no servirá de nada. Que nada voy a arreglar con todo esto. Pero escribir cosas así, aunque sé que él no las puede oír, me reconforta y me hace sentirme un poquitito más humano.

Siempre recordaré con cariño aquellos momentos en que me sacó de apuros. Aquella noche de agosto, ya madrugada, camino de las playas de Benalmádena, bajando el puerto de Despeñaperros que si no es por él, nos hubiéramos caído todos, con las maletas, con las sombrillas, con las sillas de camping, ... con todo. Era por el paraje que lo llaman "el mirador de Despeñaperros", allí donde Joselito rodó las escenas de "El pequeño ruiseñor". Aún no estaba convertido en autovía y era muy arriesgado el tomar algunas curvas muy cerradas.
Y cuando aquella otra vez en que se nos echaba encima una cuba de vino con apariencia de ser humano, ¡con qué destreza, con qué valentía nos libró del peligro! Aunque él no salió bien parado.
Me prestó grandes e impagables servicios. Eso yo nunca lo voy a olvidar. También, a veces se prestó a hacer asuntillos un poco..., en fin... ya me entiendes.
Lo supe luego. Aquellas veces en que entró en complicidad con mi hijo mayor y aquella media novia que tuvo, que hizo con él... ¡¡de Celestina!! Qué cómplice, qué confidente, qué discreto que a mí nunca me insinuó nada de todo eso, y yo hubiera seguido ignorándolo si no es por aquella prenda femenina que un día me encontré.
Cuando un amigo se va
queda un espacio vacío
que no lo puede llenar
la llegada de otro amigo.



Pero un día, muy viejito ya, nos dejó tirados en plena calle. ¡Qué vergüenza! ¡Qué sopetón! Entre un taxista y yo le empujamos para retirarle de la calzada antes de que los impacientes nos dedicaran una tremenda pitada; luego lo tuvimos que cargar en un camión-grúa hasta un taller. Allí, el mecánico, después de hacerle un exhaustivo chequeo al día siguiente, me comunicó lo peor. Me diagnosticó que tenía lo que yo ya me imaginaba que tenía. Me lo dijo muy clarito y sin rodeos. Y lo tuve que dejar allí, y enseguida intenté llenar aquel vacío comprándome un nuevo coche.

Después de aquello, cada vez que miraba a mi nuevo coche, (el Citrôen ZX) cada vez que me montaba en él, me parecía estar cometiendo un adulterio. Me sentía como esos 'donjuanes' maduritos que abandonan a su esposa por irse con otra más jovencita, menos rodada y con menos kilómetros que su esposa.
este era mi querido cuatrolatas
¡¡Ay; no habrá otro coche como mi coche!!
En memoria de mi cuatrolatas (Renault 4-L) que a su lado me hizo sentirme un hombre.



Pasaron los años...
Después, con el Citrôen ZX ya nada fue igual. Veinte años le he tenido hasta que en los primeros días del mes pasado me desprendí de él para comprar un Citrôen C3. Y asistí a su sepelio.
Fue una mañana fría de enero en la que un camión-grúa de Desguaces La Torre, lo sacó de mi garaje, lo cargó en el camión y le di mi último adiós.
Pero yo ya tenía un callo en el alma desde el drama aquel de tener que abandonar a mi queridísimo Renault 4Latas.
La despedida del Citrôen ZX no fue tan triste ni tan dramática. No llegué a derramar ninguna lagrimita. No obstante, el operario de Desguaces La Torre me dijo: "Este es un momento triste, ¿verdad?". Yo le dije que sí, que lo era y mucho y que estaba muy descontento conmigo mismo por no haber logrado sacar ni una lágrima y le conté lo del otro coche; la dramática despedida de mi 4Latas.

¡Hay que ver! El ser humano se acostumbra a todo y cuando se viven varios dramas se forma una dura coraza que protege el alma y ya parece que los duelos no son tan trágicos.
Pero..., Citrôen ZX, si me escuchas desde donde quiera que estés: Que sepas que tú también has dejado un hueco en mi alma que no se podrá llenar con tu hermano pequeño, el  Citrôen C3.
alcázar de Toledo en relieve

domingo, 26 de octubre de 2014

policías

Los policías son funcionarios necesarios en todo Estado que quiera vigilar las leyes y proteger a sus ciudadanos de las injusticias.
Pero las prácticas que vemos de los policías en países con injusticia social, como en España, dista mucho de esa bella teoría.

Me permito entresacar unos párrafos pertenecientes a un texto escrito por Pablo Iglesias >aquí< (23-08-2011):

No debemos olvidar que el, llamémoslo así, “estilo policial” es uno de los indicadores de la calidad democrática de un país y que, en este indicador, España ofrece muy poca calidad, hasta el punto de que algunas guías turísticas extranjeras recomiendan a sus ciudadanos evitar en lo posible el contacto con los policías españoles.
[...]
... la visita del santo padre ha vuelto a retratar a las tristemente famosas Unidades de Intervención Policial. Gracias a algunos periodistas (últimamente las víctimas preferidas de la violencia policial) decenas de fotografías y vídeos que prueban la brutalidad y la violencia gratuita de los antidisturbios, han asombrado a cientos de miles de ciudadanos.
[...]
El nuestro es el país en el que La República creó la Guardia de Asalto para evitar que el control del orden público, al menos en las ciudades, estuviera en manos de una Guardia Civil que no sabía mantener el orden sin disparar.
El nuestro es el país en el que tras la modélica Transición no se produjo ninguna depuración en unos cuerpos policiales repletos de torturadores y asesinos para los que la impunidad del régimen nunca dejó de funcionar.
Y el nuestro sigue siendo el país en el que la policía apalea a la gente de izquierdas que protesta, sean trabajadores, estudiantes, indignados en general y, últimamente, defensores de la laicidad.

¿Se imaginan ustedes a los antidisturbios cargar en aquella manifestación de la AVT en la que fue agredido el Ministro Bono?
[...]
¿Se imaginan una carga policial en las manifestaciones ultracatólicas contra los derechos civiles de los homosexuales?
[...]
No tengo ninguna duda de que la policía es imprescindible para construir una sociedad justa, ni tampoco dudo del compromiso civil y de la buena voluntad de muchos agentes que seguro se habrán indignado al ver actuar a sus compañeros. El problema es que a los policías demócratas no les vemos ni les escuchamos nunca.

En este vídeo el periodista 'Gonzo' (La Sexta TV) ha entrevistado a uno de los guardias civiles que trabaja a pie de valla. El agente explica cuáles son las órdenes que reciben cuando hay un aviso de salto a la valla: “Las órdenes son rechazar a todos los inmigrantes de la forma que sea”, comenta. La orden la reciben “del oficial de servicio que se encuentra en ese momento en ese punto”. Explica que el protocolo asegura que “se pueden devolver inmigrantes y el que no lo haga se puede enfrentar a un delito por desobediencia a un superior”. Por lo tanto se puede decir que “nos obligan a incumplir la ley”.
Reciben la orden de usar la fuerza para hacer bajar a los inmigrantes. “Las órdenes son claras: ‘Bájalo de ahí, bájalo de ahí’”. El agente explica que sus superiores les ordena que les hagan descender de “cualquier forma”. Además, asegura que las porras se están utilizando para “hacer descender a personas que realmente no están haciendo una acción de fuerza contra nosotros”. También confiesa que se han utilizado pelotas de goma: “Se han utilizado pelotas de goma, al igual que se vio en Ceuta”.

domingo, 12 de octubre de 2014

hipócritas de profesión

Alguien dijo de esos súbditos del Imperio Vaticano, que es un club de solteros que están en contra de la familia natural y que para tapar sus contradicciones y falsedades, (ya que no se casan y no tienen hijos oficialmente) se hacen llamar padres, madres, hermanos..., …y a nosotros nos aplican el calificativo de hijos (sobrinos no, porque sobrinos ya tienen ellos reconocidos).
En algunas congregaciones de monjas las imponen apartarse de sus familias naturales y no las dejan volver a sus casas, lo que hace que los padres y hermanos que las quieran visitar tengan que elevar una instancia más complicada que si pidieran audiencia al capo del Estado Vaticano.

Sí, estos vaticanistas son muy amantes de sus familias y defensores de la pervivencia de los fetos de las demás.
Eso no quita para que algunos a los que se le va un poquito la mano y otros miembros, cuando procrean un feto con alguna buena feligresa, la invitan a que aborte con toda discreción. ¿Qué, que no...? Al menos, tengo una prueba fehaciente (aunque habrá cientos de miles por ahí que seguirán ocultas para siempre).

Muchos casos habrá de esos pero yo —al menos— conozco bien el siguiente caso ocurrido aquí en Bargas (Toledo) en el año 1992, en que el cura párroco preñó a una jovencísima chica y la presionaba para que abortara. Ella no quiso abortar y lo llevó a término y unas semanas antes del parto, el curita Gonzalo Martín Fernández, natural de Parla (Madrid) fue trasladado a la parroquia de Coín, en la diócesis de Málaga, en donde seguramente seguirá impartiendo "sus bendiciones" entre sus feligresas.
Esto se puede ver muy bien detallado, en el libro de
Pepe Rodríguez: LA VIDA SEXUAL DEL CLERO.

¡¡HIPÓCRITAS!!

Lo peor que la Internacional Vaticanista (Secta Ultra-Derechista Católica) hace en contra de la naturaleza es obligar a sus miembros a prometer que no harán cositas con la cosita de mear y si las hacen, que se quede oculto en el pozo más profundo de los secretos de las sotanas y los conventos. ¿Hay algo más contra-natura que eso?
Y, ¡qué bien se lo tapan todo entre ellos! Lo mismo ocurre con las depravaciones sexuales que cometen con niños que captan en sus escuelas y en sus catequesis.

Ese club selecto de solteros vaticaneros, que disponen de un club selecto de solteras para usarlas de criadas y para otras necesidades..., no tienen por qué comprender a la mujer embarazada. ¿Por qué la han de comprender?, si dentro de ese selecto club se considera que la mujer está por bajo del varón, ¿por qué han de ser tan condescendientes y comprensivos con las mujeres? Su afán principal es la defensa a ultranza de los fetos —y no siempre—. De puertas para fuera, defienden la pervivencia del feto con la boca chiquitita. De puertas para adentro, ¿llegaremos a saber cuántos abortos han recomendado, impulsado o condicionado?
Bueno, tampoco hay que llevar las cosas a los extremos. También existirán por ahí muchos hijos de cura. Eso siempre resulta más entendible.

Esa lucha aparente en defensa de los fetos es tan hipócrita como esa lucha que mantienen contra la homosexualidad. ¡Qué hipocresía! Si en el seno de los clérigos vaticaneros, por culpa de la aparente renuncia de no hacer cositas con la cosita de mear, hay más homosexualidad por metro cuadrado que en la media de la sociedad en general.

Al ilustrísimo personaje de cuento, el manchego don Quijote de La Mancha, le metes dosmil años de por medio y entretanto le alimentas de buenos novelistas y buenos "biógrafos", buenos forofos ensalzadores, engrandadores e inventores de sus proezas, y al cabo de ese periodo de tiempo pasaría a la biblia manchega como que fue una persona extraordinaria que pasó por la vida desfaciendo entuertos y protegiendo viudas, huérfanos y menesterosos, y luchando contra gigantes malignos, pícaros y malandrines.

Entre los dos cuentos, si me dan a elegir, me quedo con el del manchego, a ojos cerrados.
Por eso, desde mi condición de izquierdista y ateo, no se me ocurre acusar a los de la internacional vaticanista de que estén tergiversando los postulados que dejó aquel inventado líder palestino.
A ellos los acusan de tergiversar y aprovecharse de la doctrina del palestino del cuento, muchos de los que se sienten cristianos (incluyendo a muchos izquierdistas, ¡ay...!) que para ese tipo de izquierdistas, lo malo es el catolicismo vaticanista y lo bueno, progre y auténtico es el cristianismo que dicen que predicó aquél. ("¡Qué cosas tiene mi novio!").
Aun así y todo, dentro del vaticanismo, a mí me dan a elegir entre el que funciona en España y la teología de la liberación que funciona en Iberoamérica, y me quedo con el segundo a ojos ciegas.


SOBRE CREENCIAS RELIGIOSAS
Confundir la realidad con la ficción puede ser un problema o una respetable ideología. Si una sola persona confunde imaginación con realidad, se le trata de esquizofrénico y se le recluye en un manicomio. Si son millones de personas los que lo hacen, se les da dinero para que lo hagan, se les inmuniza contra la crítica, y se permite que maltraten a los niños con una educación odiosa, sectaria y basada en la culpa y en el pecado. ¿Por qué tendría que ser la religión tratada con deferencia? Obedecer ciegamente a un aparato de control basado en un cuento, es estúpido.

Todo es como cada cual lo quiera ver, pero cuando veo en estos días tantos izquierdistas manifestándose en los desfiles callejeros, con capirotes o sin capirotes, colaborando entusiásticamente con las cofradías religiosas que exhiben el cuerpo torturado de un ajusticiado, no puedo evitar unos escozores internos que no se los sabría explicar ni a mi médico de cabecera.

Esos escozores se me multiplican por equis al cuadrado cuando veo que una de esas comitivas callejeras, con la escultura del muerto torturado y ensangrentado (de madera o escayola), se para a las puertas de una cárcel y libera de su presidio a alguien condenado legalmente por la justicia.
¿¿¿Y cuando le portan, en histriónica y provocadora exhibición, los legionarios del glorioso ejército español!!! ¡La reostia en vinagreta!

Pero..., ¡¡señores responsables de jurar o prometer cumplir y hacer cumplir la Constitución!!, ¡¡¡POR FAVOR!!!, ¿para cuándo vamos a tener un Estado aconfesional de verdad?
Pero..., ¿a alguien desde la izquierda no le hace daño a la vista que una estatua de escayola mande más que todos los jueces, todos los fiscales, todos los funcionarios de prisiones y todos los componentes del aparato de la justicia con el ministro a la cabeza?

¿Pero..., ¡cuándo se va a morir Franco de verdad!?


Se me caen los palos del sombrajo cuando algunos que van por la vida —de manera oficial— como izquierdistas y ateos (o agnósticos, por lo menos), al dirigirse a un clérigo le dicen: «Padre, por aquí..., padre por allá..., padre parriba..., padre pabajo...». ¡¡Me da una vergüenza ajena!! ¡Hay que joderse con algunos progres de salón!
¡¡Pero bueno...!!, ¿Es que no quedarían mejor si dijeran: «Señor sacerdote..., señor cura..., señor obispo..., don Teodoro..., señor Álvarez...»? (Algo parecido me pasa con esos periodistas cuando al entrevistar a un militar le dicen: «Oiga, mi teniente-coronel..., esto..., lo otro..., lo de más allá...»)

 Me produce parecida vergüenza ajena e incomprensión con lo que recientemente he sabido. (Por muchos años que cumplo, en cosas de estas no acabo de hacerme maduro). Resulta que me acabo de enterar de que un socialista muy socialista, de esos del ala izquierda socialista, de esos de carné del PSOE y cargo de diputado en cortes, que además es un destacado miembro de la corriente ideológica de Izquierda Socialista (de los que el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero se les hace muy tibio, muy centrista y demasiado complaciente con el imperio vaticano con sucursal en España),
[José Antonio Pérez Tapias]  resulta —repito—, que me acabo de enterar —repito— que en público se confiesa cristiano. ¡¡Joder, joder, joder!!

 Allá cada cual con sus ideas religiosas, que es cosa muy íntima y respetable, pero precisamente por íntima, debieran de no airearla junto al ejercicio público de su actividad política desde la izquierda.
¿Qué es ser de izquierdas? ¿A qué obliga ser político de izquierdas? ¿Qué se ha de ser —o aparentar— dentro de la corriente ideológica Izquierda Socialista? (¿No es en sí una redundancia dentro de un retruécano?). ¿Todo vale en las ideologías políticas?

 A mis cortas entendederas entiendo que todo político que se crea de izquierdas, está obligado a guardar sus ideas religiosas —si es que las tiene— y menos esas que dimanan de un estadito pequeñito que hay en el centro de Roma, que es una poderosa empresa político-religiosa de extrema, extremísima derecha, de ideas carcas, inmovilistas y retrógradas.

 ¡Ya está bien que la gente de izquierdas no tenga más obligaciones ético-morales que la gente de derechas! ¿Cuáles son las diferencias en estas cuestiones? ¿O es que ya somos todos iguales? ¡¡Viva la igualdad!!
En esto no cabe la filosofía de las igualdades que rigen para otros postulados de la sociedad.
 Tengo un lío del copón; necesito aclaración.

Dicen que en tiempos de la República, estaba muy mal visto que un socialista se confesara públicamente como creyente de alguna religión; el que lo sentía íntimamente, se lo guardaba para sus adentros y en estos tiempos, por el contrario, tratan de airearlo a toda pastilla. ¡Hala, hala! Parece como si para un izquierdista de los de ahora, reconocerse públicamente como creyente, le diera más puntitos canjeables.
¡¡¡Sííííííííííííííííí!!! ¡¡¡Eso es, ahora lo he comprendido de sopetón!!! Les da más puntitos. (¿Vamos palante o vamos patrás los de izquierdas?).

Yo soy un socialista sin partido y un izquierdista sin carné que opina que Jesucristo, el creador del cristianismo, es un personaje de cuento; del gran cuento de los cuentos que es la biblia. A ver: ¿qué historiador serio da pruebas fehacientes de su existencia?
ALCÁZAR DE TOLEDO a vista de helicóptero - dibujo a plumilla cibernética