sábado, 31 de mayo de 2014

extractos de prensa

Se busca líder del PSOE, preferiblemente de izquierdas

Los mandamases de la florecita, toda vez que el puño y la rosa ya es historia, empiezan ahora a entender que el PSOE no es de ellos, ni siquiera de sus militantes, a los que antes se les quería sólo para pegar carteles y ahora para colgar tuits en Internet, sino que es un patrimonio de sus votantes, y que es a ellos a los que corresponde elegir a sus líderes y dar legitimidad a sus propuestas.
Esto, claro, es un inconveniente para el statu quo, donde quien sigue teniendo la sartén por el mango es un consejero de Gas Natural llamado Felipe González.

Un líder socialista ha de velar por los desfavorecidos y no por los mercados, ha de ser capaz de denunciar las corruptelas de los suyos, ha de ir en metro antes que en coche oficial, ha de pisar las fábricas y no las moquetas, ha de defender un Estado fuerte frente al camelo de las manos invisibles, debe ser humilde y anteponer las personas a las cifras, especialmente a las del déficit.
Juan Carlos Escudier

Le llaman de todo, menos bonito

Poco ha tardado la carcunda en difamar, vilipendiar y criminalizar a la cabeza visible de Podemos, Pablo Iglesias, y, en su conjunto, al movimiento que el joven profesor de la Complutense dirige.
Menos bonito, le están llamando de todo, y eso que el chaval, al contrario que tantos que siguen pastando del Presupuesto, ni ha robado, ni ha prevaricado, ni ha malversado, ni ha maquinado para alterar el precio de las cosas, ni ha recibido sobres con dinero negro, ni ha participado en la macro-estafa institucional de las Preferentes, ni ha hundido las Cajas de Ahorros, ni ha birlado el pan a los pobres para asegurar el dividendo de los ricos, ni le ha quitado la tarjeta sanitaria a ningún ser humano, ni tiene fortuna opaca ninguna en los paraísos fiscales, ni tiene intención de viajar en "business" al Parlamento, ni ganar doce veces el salario mínimo como eurodiputado, ni nada.

Quienes, por alguna razón que se me escapa y por otras que no se me escapan en absoluto, están poniendo a parir a Iglesias por el mero hecho de haberse presentado a unas elecciones y haber sacado un millón y pico de votos, no sólo faltan al respeto de la persona, sino al del sistema democrático, que es el de la libre concurrencia. Diríase que para esa gente hay cosas, ideas, propuestas, discursos, alternativas, proyectos políticos, que deberían prohibirse. Uno, que no ha sido comunista en su vida, y que probablemente no lo sea jamás, sabe, no obstante, que ese anticomunismo irracional de ecos tan añejos remite, paradójicamente, a la peor clase de comunismo, al más totalitario, necio y pueril. ¿Se ha obligado a la gente a votar a Podemos?


Rafael Torres

Por el vuelco en las siguientes

El resultado de las elecciones ha producido dos sorpresas. La primera es la irrupción en el escenario político, el gran éxito, de Podemos. Una formación con cuatro meses de vida, que no parte de coaliciones ni partidos refundados y consigue casi tantos votos como Izquierda Unida, superándola en la Comunidad de Madrid. Un caso insólito, único probablemente, en la historia de la democracia.

El batacazo del PSOE, sin embargo, parecía cantado. Históricamente ha disfrutado de unas mayorías que no le correspondían, aglutinando el voto de los ciudadanos que pretendían con su apoyo evitar la debacle de la presencia en el Gobierno central de los neoliberales que venían a por todo, a arrasar con todo, a desmontarlo todo en cuanto tuvieran ocasión. Y la tuvieron. Claro que ese apoyo de la ciudadanía para contener la barbarie neocón no iba a durar eternamente. Los paisanos se cansan de contribuir con su voto a la formación de gobiernos que hacen oídos sordos a muchas de sus demandas en favor de la gobernabilidad, cediendo al chantaje de los incuestionables poderes fácticos.

En estos tiempos de crisis donde el saqueo de la nave que naufraga es sistemático, urgen medidas de choque. Urge la abolición de las reglas que permiten la ruina de los estados, el desmantelamiento de la economía productiva, la deriva del dinero hacia la nube de la especulación. Urge la regulación de los mercados que llevan a la pobreza a los ciudadanos, poner coto a esta piratería financiera que define la libertad como la eliminación del control de los mercados por el Estado, mientras preparan medidas características de regímenes totalitarios para reprimir a los ciudadanos. Un mundo donde la destrucción de la industria y los despidos colectivos se han convertido en un gran negocio no es admisible.

Poner las cosas en su sitio. Nada más. Abolición de la crueldad y el desprecio a la ciudadanía desde las instituciones.
El Gran Wyoming

El PSOE tiene cataratas

Me gustaría escribir algo sobre el PSOE, pero no sé qué. Me da penita su situación y, aunque se lo tiene merecido, deseo que consiga superarla. Pero no entiendo nada. Se pelean entre ellos por extraños intereses que no comprendo más allá de la ambición. Lo mismo que no comprendo por qué tardan tanto en presentar su nuevo programa, si es que lo va a haber y será novedoso. Ni si es mejor presentar primero presentar el programa y después el secretario general o al revés. O el secretario general y el candidato en distintas fases o a la vez. Ni si el secretario general y el candidato deben ser el mismo.
Un lío. Por si faltaba poco, ahora les ha surgido el quiste de Podemos. Que les quita una purrela de votos. Y Podemos tampoco quiere nada con ellos, son la peste, si acaso con los que se desgajasen. Y lo del candidato y secretario general es igual de dificultoso. Unos dicen que deben votar todos los militantes mientras que otros sostienen que solo deben hacerlo los delegados de los militantes. Yo me he perdido y ya ni sé quién defiende a quién, si Susana Díaz, que parece que manda mucho, va a favor de Chacón o de Madina o de ella misma, que es lo probable aunque se haga de rogar. Sí creo que debe ser alguien cuanto más nuevo mejor. Y que esté dispuesto a romper tajantemente con el pasado y matar a sus padres Zapatero y González.
Arturo González

Éxito gramatical

Podemos es la primera persona del plural del presente de indicativo del verbo poder y también la primera del plural del presente de subjuntivo del verbo podar. Nosotros Podemos. ¿Podemos qué? Aquí se debe añadir el complemento que más plazca al usuario. Podemos detener los desahucios. Podemos parar los pies a los poderes financieros. Podemos aminorar las desigualdades. Podemos dotar a la política de un sentido más noble. Podemos nacionalizar la electricidad, el gas, el agua. Podemos sanear el ambiente. Podemos podar. Podemos, en fin, es una oración gramatical.

El PSOE se fue al carajo cuando dijo No podemosNo podemos negar a los bancos su derecho a dejarte sin casa, ni a las eléctricas el suyo a quitarte la luz, ni a las gasísticas el de cortarte la calefacción. No podemos, “cueste lo que cueste y me cueste lo que me cueste”, desoír las órdenes del Ibex 35. Aquel No podemos fundacional de Zapatero marcó el rumbo a Rajoy. No podemos dejar de pagar la deuda, No podemos perseguir a los defraudadores fiscales, No podemos meter en la cárcel a nuestros amigos corruptos, No podemos evitar que los ricos sean cada vez más ricos y los pobres cada vez más pobres…

Juan José Millás

No hay comentarios :

Publicar un comentario

Sólo admito comentarios escritos en cualquiera de los 4 idiomas del Estado Español; en español preferentemente.