miércoles, 18 de noviembre de 2015

cuando veo a un policía...

Cuando veo a un policía español, sea de traje de paisano o sea de uniforme de trabajo, siempre, de manera instintiva, rutinaria, maníaca, me pregunto para mis adentros:
«¿Y éste, a cuántos ciudadanos habrá pegado, maltratado y humillado injustamente
Sí, porque mi ética (que quizá no la suscriba nadie más) es la de que a un ciudadano, pacífico, desarmado y en posesión de todos sus derechos ciudadanos y democráticos, con su derecho de protesta y manifestación pacífica, no le puede dar de ostias, patadas y palos, otro ciudadano que viste de uniforme policial y lleva porra y pistola legal colgada al cinto.

Sí, sí; porque mi ética (que quizá no la suscriba casi nadie) es la de que si no se pega de palos, patadas y ostias a un ciudadano que acaban de detener porque ha matado a su esposa; a un grupo de terroristas que acaban de poner un explosivo; a un ciudadano que acaban de detener por robar o atracar un banco o a un individuo, ¿por qué dar ese maltrato execrable y desproporcionado a un ciudadano que está protestando por cosas que entran dentro de sus derechos ciudadanos?

—"Es que los azuzan, los mandan y obligan sus jefes políticos y policiales".

Pues por mucho que los manden sus jefes a hacer actitudes infrahumanas, una sociedad moderna y democrática debe tener mecanismos para evitar esas asquerosas prácticas. Para erradicarlas de las actuaciones policiales. Para castigar duramente a todo agente que ofenda, humille o maltrate a un ciudadano en posesión de todos sus derechos.
Aquí quiero ver a los sindicatos policiales luchar contra eso de "la obediencia debida". ¡Abominable!
No vale todo. No tiene que valer todo en un agente policial que debe estar —sobre todo— para proteger al ciudadano en general, y garantizar el libre ejercicio de sus derechos.

—¿Y esos policías que protegen más a los esquiroles que a los trabajadores huelguistas?

—¡Calla, calla. No me toques ese tema que me enciendo y exploto.

—"A los sindicatos policiales no les puedes exigir que se dediquen a eso".

Bueno; vale. Pero a alguien tendré que invocar para que se acabe con esas acciones tan execrables.
Yo sé que aunque un fortísimo chorro de agua lanzado desde un vehículo policial, pueda hacer muchísimo más daño físico a los ciudadanos que no quieren dejar la via expedita, en realidad hace muchísimo más daño moral una patada, una ostia o un palo venido de un funcionario con uniforme. Eso deja profundas cicatrices en el alma.

Yo sé que aunque una enorme nube de humo aturdidor lanzado contra el grupo de protestones, pueda hacer muchísimo más daño físico a los ciudadanos que no quieren dejar de pisar el césped, en realidad hace muchísimo más daño moral una patada, una ostia o un palo venido de un funcionario con uniforme. Eso deja heridas para siempre, a los que reciben esos tratos y a los que lo observamos en los vídeos periodísticos.

Siempre pasa igual... Sé que cuando pasen cierto número de años —quizá de siglos— se analizarán en tiempo pasado estos actos que denuncio como de impropios de una ciudadanía siglo XXI. Se analizarán y se meterán en el mismo saco que están metidas ya las torturas en los calabozos policiales y los malos tratos en comisarías y en cárceles. En el mismo saco en donde ya se metieron hace tiempo las palizas de padres a niños. Siempre pasa igual...

No debiéramos ver como natural, como legal, como aceptable, esas prácticas policiales que se cometen contra los derechos democráticos de los ciudadanos en estos tiempos.
Desde luego, legítimos no son esos métodos, aunque muchos me digan que son legales.

Igual que veríamos fatal el que los sacerdotes den ostias a sus feligreses; igual que veríamos muy grave que un cuidador maltrate a los ancianos que cuida en el asilo; igual que vemos muy perseguible el que una niñera dé palizas a los niños que cuida (incluso hoy día se persigue a los propios padres que pegan a sus hijos); igual, igual, IGUAL tendríamos que considerar criticable y erradicable eso que tanto se practica en estos tiempos entre policías españoles y el resto de ciudadanos.

—Pues anda, vete a ver lo que hacen en otros países de parecido nivel al de España.

—Eso no me vale. "Mal de muchos nunca debiera ser el consuelo de los resignados ni de los tontos".

Cuando veo a un policía español, —lo siento, no lo puedo evitar— en el fondo de mi alma se produce un recelo, un desprecio preventivo, por si acaso es uno de esos muchos uniformados que dan un trato inhumano, desproporcionado, perseguible y despreciable a muchos, muchísimos, demasiados ciudadanos españoles. En las calles y en "sus" comisarías.
Lo siento; Lo lamento. Lo confieso.
No todos son iguales, claro está.
Es que hay policías que las cloacas del Estado los 'buscan', los entrenan, los requieren y los azuzan, precisamente, para realizar esos "trabajillos" tan execrables; tan infrahumanos; tan despreciables...¿Habrá que entender que son los verdugos del siglo veintiuno? (¡?!)

Y luego están esos gobiernos tan majos que después de que la justicia condene —¡por fin!— a unos sicarios, provocadores y pendencieros vestidos de uniforme policial, pistola al cinto, ..., van y los indultan y los libran de la cárcel y de pagar de alguna manera sus tropelías y "proezas". ¡¡Con dos cojones!!

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(*) ERE=Expediente de Regulación de Empleo=echar a la puta calle a un trabajador y quitarle su puesto de trabajo.

jueves, 10 de septiembre de 2015

España nos roba

Sí, sí; como lo oyen: España nos roba, nos ha robado siempre a los castellanos. Y mucho, mucho. Sin ir mas lejos, nos robó la provincia de Madrid para convertirla en un paisillo de mier... (bueno, mejor me cayo aunque me está doliendo el callo).
¿Pero por qué España nos robó Madrid y la desgajó del tronco maternal que siempre fue Castilla La Nueva?
Así lo tenía yo en mi libro de escuela y así estaba pintado en el mapa de España coloreado que había en las paredes de mi escuela.

—A ver, niños, decidme las provincias que componen la región de Castilla La Nueva.
—Castilla La Nueva está formada por cinco provincias: Madrid, Toledo, Ciudad Real, Cuenca y Guadalajara.
—¿Y Albaceteeeeeeeee...................?
—Albacete pertenece al Reino de Murcia, don Marciano.

¡¡Pues claro que España nos roba!! ¿Lo ven? Además de Madriz nos robó Castilla La Vieja que en sus gloriosos tiempos comprendía 11 provincias.
León, Zamora, Salamanca, Valladolid, Palencia, Santander, Burgos, Logroño, Soria, Segovia y Ávila.
Bueno..., la verdad es que todo ha sido robo sobre robo. Un mal día nos robaron las provincias de León, Zamora y Salamanca, porque decían queyque no son castellanas, que pertenecen al Reino de León.
¡¡Que no son castellanas? ¡Que no es castellana la castellanísima provincia de Salamanca? ¡¡Vamos, hombre!!

España nos roba, ¿lo ven?, y con este panorama los castellanos no podremos ir a ninguna parte. Porque, —un suponer— si los castellanos quisiéramos separarnos de España, ¿cómo lo podríamos hacer?
Porque todo territorio que pretenda separarse de España, el principal requisito que tiene que reunir es estar en la periferia de España. El País Vasco, Euzkadi, Euskalerría, Las Vascongadas o como coños quiera que se llame de verdad, de verdad, esa región española, quiere y puede separarse de España porque por el norte tiene todo el mar que quiera para ella sola. Y no conforme con eso, limita con Francia que da más prestancia.
Cataluña se quiere separar de España por ídem, de ídem de todos los ídem.
Si me apuras, el paisillo robado recientemente a la Castilla miserable ayer dominadora, (Castilla y León), si se quisiera separar, él sí puede separarse de España; está en la periferia. Por el oeste limita con Portugal, que de momento no parece que se quiera fusionar con España, y por el norte limita con dos territorios que de buena gana, también se separaban de España. ¡No, Logroño no, por dios!, ni tampoco Santander. Me quiero referir a Galicia y al País Vasco.
Bueno, bueno…, que se fastidie Castilla La Vieja; a ella también la robaron Santander y Logroño.

¿Qué, que me calle? ¿Por qué, si estoy en la calle? Yo digo lo que me parece, para eso estamos en un país libre.
Pues claro que lo tengo que decir sin tapujos: España nos roba. Y yo me pregunto para mis adentros: “¿Qué será de España cuando termine de robar todo lo que está robando?”.
Yo, desde luego…, a mí que no me llamen español. Yo no me considero español. Si me considero español, si llevo carné de español es por imperativo legal. ¿Yo español?  ¡¡Vamos, hombre!!
Yo soy castellano de Castilla. De Castilla la grande, la conquistadora de la espada y de la cruz. La que exportó el idioma a media América, a Filipinas, a Guinea, al Sahara, a Tánger y a Tetuán. De Castilla, Castilla; no de esas mariconadas de Castilla y León, Santander la cántabra, Logroño la riojana, Castilla-La Mancha la manchega, alcarreña, jareña, sagreña, semi-murciana…   ¡¡Vamos, hombre!!

Por eso digo, cargado de argumentos que España nos roba. ¿Qué puede hacer alguien como yo que no se siente español? ¿Qué podría yo hacer para reivindicar la nación de Castilla la imperial?
De momento, por favor, que nadie me insulte llamándome español. Yo solo soy castellano a secas, y sanseacabó.

vista en 3-D del Alcázar de Toledo

martes, 8 de septiembre de 2015

2 canciones gemelas

En el mundillo de la música ligera existen algunas curiosidades en cuanto a canciones de aquella década prolífica y prodigiosa de los años 60. Hoy me quiero referir a una canción que tiene dos versiones, las dos a cual más exitosas.
Es la canción titulada "Mi gran noche" compuesta por el gran creativo italo-belga Salvatore Adamo.
Resulta que tras del gran éxito obtenido por la canción original, se vio obligado a grabarla en varios idiomas, entre ellos el español.
Aprovechando el gran éxito de la canción original, es casi seguro que vino un día el prolífico creativo de letras de canciones, Rafael de León, y respetando escrupulosamente la música de Adamo, metió una letra diferente para que —con arreglos musicales de Manuel Alejandro— la grabara el gran Raphael.
MI GRAN NOCHE (Música: Salvatore Adamo / Letra en español: Jorge Córcega)
Y aquí debajo la letra de Salvatore Adamo (en fondo verde) cantada por su autor y la letra que canta Raphael (en fondo azul clarito). Para cada cual queda la tarea de manifestar su predilección por una u otra versión. Para mí, las dos canciones tienen una gran calidad y atractivo especial. No sabría con cuál quedarme. Será porque a las dos conocí cuando tenía diecitantos años.
versión Salvatore Adamo   MI GRAN NOCHE       versión Raphael
Cansado ya de aguantar a papá
decidí emanciparme,
y lo hice así una noche salí
dispuesto a desahogarme,
a un dancing fuí con mi traje caqui
de color verde lino,
mi noche fue, más que un trompo bailé
y perdí casi un kilo.

---ESTRIBILLO---
Bailé con chicas que estaban muy bien
que a uno le ponen mal,
pero ellas vieron que yo era también
un tipo fenomenal.

Como palomas a mi alrededor
las vi revolotear,
aquella noche yo fui el cazador
y el amo del palomar
y sucedió que más de una cayó
en su propia emboscada,
el caso fue que las hipnoticé
con sólo una mirada.
Y qué iba a hacer, me dejaba querer
y seguír el antojo
y bien después con los aires de un juez
las miré de reojo.

---ESTRIBILLO---
Bailé con chicas que estaban muy bien
que a uno le ponen mal,
pero ellas vieron que yo era también
un tipo fenomenal.

Ya son las tres, estoy solo en el bar
camarero otro whisky,
haga el favor, quiero continuar
aunque yo no estoy triste.
Quiero otra vez el poder fabricar
los más bellos ensueños,
puedo pagar, un obrero yo soy,
otra copa y me marcho.

---ESTRIBILLO---
Bailé con chicas que estaban muy bien
que a uno le ponen mal,
pero ellas vieron que yo era también
un tipo fenomenal.
Hoy para mí es un día especial
pues saldré por la noche
podré vivir lo que el mundo nos da
cuando el sol ya se esconde,
podré cantar una dulce canción
a la luz de la luna
y acariciar y besar a mi amor
como no lo hice nunca.

---ESTRIBILLO---
Qué pasará, qué misterio habrá
puede ser mi gran noche
y al despertar ya mi vida sabrá
algo que no conoce.

Caminaré abrazado a mi amor
por las calles sin rumbo,
descubriré que el amor es mejor
cuando todo esta obscuro.
Y sin hablar nuestros pasos irán
a buscar otra puerta
que se abrirá como mi corazón
cuando ella se acerca.

---ESTRIBILLO---
Qué pasará, qué misterio habrá
puede ser mi gran noche
y al despertar ya mi vida sabrá
algo que no conoce.

Será, será esta noche ideal
que ya nunca se olvida,
podré reír, y cantar y bailar
disfrutando la vida.
Olvidaré la tristeza y el mal
y las penas del mundo
y escucharé los violines cantar
en la noche sin rumbo.

---ESTRIBILLO---
Qué pasará, qué misterio habrá
puede ser mi gran noche
y al despertar ya mi vida sabrá
algo que no conoce.
Qué pasará, qué misterio habrá
puede ser mi gran noche...
... .... .. .... . . ....... .... ..  .... ..


Se trata de un caso muy paralelo a otras dos canciones gemelas de los mismos artistas: Adamo y Raphael. Me estoy refiriendo a "La noche", aunque en este caso no hay un Rafael de León por medio ya que letra y música son idénticas en ambas versiones.
"La noche" fue compuesta por el cantante Salvatore Adamo en el año 1965. Existió una versión en francés y otra en español.
Jorge Córcega es un letrista español —coetáneo de Rafael de León— que fue el que ha traducido y adaptado casi la totalidad de las canciones de Adamo al idioma español.
La versión grabada por Raphael me atrae un poco más, si cabe, porque al final hace una original demostración de 'locura' en línea con lo que se dice en la letra: "La noche, me hace al volver, enloquecer".

LA NOCHE de Salvatore Adamo https://youtu.be/XvPQRAfDGJU
 
LA NOCHE cantada por Raphael https://youtu.be/AbivPaYL7tI
LA NOCHE

Tu amor de noche me llegó
y un claro día se me fue
maldigo el sol que se llevó
tus juramentos y mi fe.

Tu amor el día me hace odiar
la noche apaga mi rencor
porque ella viene a recordar
que no soy nada sin tu amor

la noche
me hace al volver, enloquecer

la noche calma mi ansiedad
porque te espero y creo en ti
que me atormentas sin piedad
que lo eres todo para mí.

De noche sueño en nuestro ayer
y cuando llega el despertar
yo te maldigo sin querer
y es que te quiero a mi pesar.

la noche
me hace al volver, enloquecer

En vano aliento mi rencor
y espero el día para odiar
la noche me hace recordar
que no soy nada sin tu amor.

la noche
me hace al volver, enloquecer...

... .... .. .... . . ....... .... ..  .... ..
Son curiosidades que se dan en lo que yo he dado en llamar «Canciones gemelas» (o canciones mellizas) y ►AQUÍ◄ hay otro buen ejemplo de ello.

lunes, 23 de marzo de 2015

todos somos de derechas

Sí, porque ser de derechas es lo fácil. El bicho humano viene equipado de serie para ser de derechas. De derechas porque es la tendencia natural. Ser egoísta, individualista, insolidario, embustero, competitivo, cínico, abusador...
Y ya no digamos lo del racismo, la xenofobia, el machismo... ¡Y lo del ultra-feminismo, que también se las trae...!

Y el patriotismo y el nacionalismo. Sí; sí, porque el patriotismo y el nacionalismo son lo contrario de uno de los pilares más importantes del izquierdismo: el internacionalismo → la destrucción de todo tipo de fronteras que separen a unos seres humanos de otros.
Los hay que son de derechas, ¡muchísimos!, que lo son a tiempo total. A jornada completa. A dedicación exclusiva. Es lo más cómodo.
Hay otros, entre los que me encuentro yo, que somos derechistas discontinuos; derechistas a tiempo parcial. De derechas, sí, pero en precario. Por horas, por fines de semana o sin contrato legal.
No hay —no puede haber— alguien que no sea nada de derechas. Aunque sólo sea un ratito cada día, caemos en el derechismo.
No es posible ser de izquierdas a tiempo total; a jornada intensiva. Sin vacaciones ni festivos ni días mocosos.

Es muy sacrificado ser de izquierdas aunque sólo sea por unas horitas cada día.
Llega un tiempo que el buen izquierdista, el izquierdista con contrato fijo a jornada completa, necesita vacaciones. Necesita una relajación para aliviar las tensiones que genera eso de ser de izquierdas en largas jornadas sin derecho a domingos, ni vacaciones de semana santa o de navidad.

Yo no me creo que haya nadie de izquierdas, izquierdas, lo que se dice izquierdas. Es imposible. No hay quien aguante tanta tensión interior ni tanto sacrificio.
Porque ser de izquierdas es llevar al extremo más extremista esa descripción que de sí mismo hacía don Antonio Machado en su poesía "Retrato": «...soy, en el buen sentido de la palabra, bueno». He llegado a sospechar que no hay personas de izquierdas ni de derechas; que sólo hay buenas y malas personas y una inmensa gama de cualidades intermedias.

Por eso mismo, yo me siento aspirante a izquierdista; un eterno aspirante. Todo lo más y mejor que puedo decir de mí mismo es que soy un aprendiz de 3º año de izquierdismo, pero de ahí no paso. Soy de los convencidos de que todos somos más o menos de derechas.
(?)
Grado más..., grado menos...
¡¡Qué le vamos a hacer!! La vida es así, no la he inventado yo.